En días pasados, 12 al 15 de junio, un equipo de 4 personas de Cántaro Azul viajamos a Ixcán, Guatemala para conocer una experiencia de saneamiento – de ACCSS, las siglas de la Asociación Coordinadora Comunitaria de Servicios para la Salud - en el marco de la capacitación y acompañamiento que estamos recibiendo sobre la metodología CLUES (Planeamiento de Saneamiento Ambiental Urbano Liderado por la Comunidad), guiada por Juan Francisco De León Ibarra. El objetivo es seguir un proceso para implementar un piloto de saneamiento a nivel comunitario en la región Altos en 2019.
A nuestra llegada conocimos el centro de capacitación de ACCSS, donde personas de las comunidades reciben talleres, y en los últimos años un grupo de jóvenes participaron en un Diplomado sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA). El centro es un lugar muy bonito, con techos verdes, captación de agua de lluvia y un sistema de tratamiento de aguas negras.
Después conocimos tres escuelas en donde se han implementado sistemas de agua y de saneamiento como parte de un proyecto sobre la defensa de derechos; de estas visitas, ahora, queremos compartir parte de nuestros aprendizajes sobre los sistemas de saneamiento implementados en 7 escuelas de la región.
El sistema es conocido como PKA - “humedal artificial de 4ta generación”, los componentes son:
Un primer elemento que rescatamos de la visita es el buen funcionamiento de la tecnología, las aguas negras entran a la planta y se transforma en agua limpia, libre de patógenos, la cual se reúsa para regar árboles maderables, plantas de cardamomo, e incluso se usa nuevamente en los mismos baños. El diseño de la planta es modular, puede ampliarse según el número de personas usuarias, el más pequeño se diseñó para escuelas entre 80-120 alumnxs y el más grande para 450-500 alumnxs. Nos parece que es una tecnología apropiada al contexto, se adapta al paisaje, adecuada con el clima, no usa energía eléctrica porque aprovecha las pendientes, no es invasiva y, sobre todo, se adaptó al tipo de baños que ya usaban en las escuelas. Otra ventaja de la planta es que es de fácil operación y mantenimiento.
El segundo elemento que sobresale es la participación de la comunidad educativa, aquí conversamos con diferentes actores de la escuela, maestros/as y comités de educación quienes se involucraron en la construcción de la planta, ellxs aportaron el trabajo, una de las mayores contribuciones, de tal manera que el costo del proyecto se redujo a materiales y asesoría para la construcción. Por ejemplo, el sistema para 80-120 alumnxs tuvo un costo total de Q 45, 000 ($108,000), pero el costo para el proyecto fue de Q 22,000 ($52,800), es decir que, el aporte de la mano de obra representó alrededor del 50%.
Las personas se muestran muy contentas con el funcionamiento del sistema. La comunidad educativa asumió la responsabilidad del funcionamiento del sistema en lo cotidiano, se hacen cargo de la infraestructura de los baños, de tener agua, mediante acarreo o bombeo de pozos, así como de la limpieza y de los insumos de higiene; es decir que ACCSS provee solo una parte de la solución y la otra parte la comunidad. Además, se formó una persona de la región que ahora es experta en la construcción de la planta de tratamiento y realiza el acompañamiento para el mantenimiento de los sistemas.
Entendemos que el contexto histórico y social de la región de Ixcán determinan en gran medida la forma de participación de las comunidades, la cual fue fundamental para este proyecto, observamos que las comunidades son muy organizadas y tienen sus propios procesos de autogestión, siendo éste un ambiente favorable para este tipo de iniciativas.
Finalmente, al conocer otra experiencia, nos permite espejearnos en nuestra propia experiencia; como resultado, confirmamos que el enfoque del programa de Agua Segura en Escuelas de potencializar la tecnología a través de procesos educativos para la comunidad, y de la promoción de hábitos, contribuye a que haya una mayor apropiación y un ciclo integral de agua, higiene y saneamiento con un impacto en la salud.
Pd. ¡La comida en Guate fue muy rica y la gente súper linda! Contribución de: Armando, Kenji, Pablo y Wendy