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María de Lourdes Poo Ramírez

Las alianzas por la gestión del agua



La necesidad de mejorar la gestión del agua en los territorios donde trabajamos, se hizo evidente con los diagnósticos participativos que hemos estado implementando en todas las comunidades, los resultados son indicativos del fuerte crecimiento de la demanda hídrica, deficiencias en las infraestructuras existentes y nuevas necesidades que se requieren, tanto en las localidades como en las cabeceras municipales; paradójicamente a esta realidad, la respuesta concreta de las entidades responsables a nivel municipal y estatal son en gran parte, ajenas a esta situación, incapaces de hacer frente a la demanda de manera planeada y sostenida, la inversión en infraestructura del agua es casi nula, y más aún en materia de organización y capacitación para el fortalecimiento de capacidades de los distintos actores que giran en torno al agua a nivel local, todo esto provoca serios desafíos y retos para proveer de agua y garantizar la sostenibilidad del recurso.


Para mejorar esta gestión del agua y poder llegar a un número mayor de familias, en los territorios donde impulsamos la Gestión comunitaria del Agua y Saneamiento (GCAS), hemos estado trabajado con diversas colaboraciones y alianzas ya que es imposible afrontar estos retos sin la participación de todos los que intentamos hacer frente a esta realidad.


Desde el 2016 se ha trabajado con el Organismo Municipal de Servicios Comunitarios de Agua y Saneamiento (OMSCAS) y el Ayuntamiento municipal de Berriozábal lográndose incrementar los esfuerzos y las respuestas a las soluciones de agua que requieren las comunidades. En el 2021 se promovió la creación de la triple alianza con la incorporación de la Fundación Operación Bendición México (OBM).


En este año con la triple alianza, se tiene planeado una coinversión que será de más de $4,000, 000 millones de pesos, en 5 obras, más una que aún está pendiente de formular y presupuestar, pero además se incide en muchos otros aspectos, actividades y proyectos de la gestión como es la calidad del agua, la capacitación a los gestores del agua y población en general, entre otros muchos aspectos.


Paralelamente, Cántaro Azul les está transfiriendo funciones y atribuciones al OMSCAS para que pueda llevar autónomamente sus procesos de calidad del agua. También el fortalecimiento de capacidades se ha venido afianzando con la colaboración de la triple alianza, la protección de las fuentes de agua que para este año se inicia con planes de trabajo en 6 localidades y un Comité de Conservación de Fuentes de agua, desde el cual se llevarán a cabo acciones de conservación, fortalecimiento técnico y mejoras de la infraestructura de los manantiales, entre otros muchos aspectos de incidencia institucional que ya el OMSCAS impulsa.


En Sitalá, aunque no contamos aún con una figura como el OMSCAS ya que la relación con el Municipio no ha dado sus frutos, sí mantenemos una fuerte alianza entre varias organizaciones afines, que desde una perspectiva de la gestión y el derecho humano al agua hemos coincidido y decidido trabajar juntos. Uno de los principales objetivos de esta alianza fue desde el primer momento la identificación de la problemáticas del agua en el municipio y la organización de los patronatos a nivel comunitario y municipal.


La Alianza Crecer Juntos por Sitalá, ha logrado impulsar la creación de la Asociación de Patronatos de agua del Municipio de Sitalá (APAMS), agrupando en la actualidad a 35 comunidades.


Esta alianza, ha logrado que la asociación de patronatos cuente en el presente con un Plan de Gestión, producto de un diagnóstico social participativo donde han podido priorizar y caracterizar sus demandas de infraestructura de agua y saneamiento. También han podido promocionar la gestión del agua en los ámbitos estatal y federal, llevando su voz a espacios de gobierno que pueden orientar recursos para resolver las demandas de infraestructura. Estas acciones aún están en proceso, pero se espera alcanzar algunas respuestas.


El Plan de Gestión, cuenta ya con 28 obras o soluciones que se requieren para atender la demanda de los agremiados de la APAMS, priorizadas por importancia y por tipo de sistema, cuentan además con un monto estimado de Inversión de arriba de 28,000,000 millones de pesos y una estrategia para establecer la ruta para detonar gestiones y acuerdos con diversas dependencias del ámbito estatal y federal; este esfuerzo por organizar y tener un diagnóstico de sus necesidades les permite aclarar el camino que deben seguir y fortalecer la vinculación que han estado buscando con el ayuntamiento, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Instituto Estatal del Agua (INESA), el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), entre otras dependencias y organismos competentes.



Con la Alianza Crecer Juntos por Sitalá, a la cual se ha sumado recientemente OBM, se ha logrado también afianzar los procesos de fortalecimiento de capacidades de los patronatos del agua y ampliar la visión para el fortalecimiento y la sostenibilidad de los procesos que han estado alcanzando. En cuanto a la implementación de obras llevamos identificadas 8 para este año, 4 de ellas concluidas y cuatro por concluir, donde hemos trabajado con Cooperación y Organización Integral para el Desarrollo Rural AC (CONIDER), OBM y continuaremos con Diseño y Capacitación para el Desarrollo y las Microfinanzas S.C. (DICADEM) y OBM, todas estas obras responden a la priorización que la misma APAMS ha hecho con lo cual estamos atendiendo la demanda.


En Chenalhó, aunque es muy reciente la organización de los patronatos de este municipio en la Asociación de Patronatos de Agua del Municipio de Chenalhó (APAMCH), éstos comienzan a plantearse su trabajo o acción desde dos ejes: 1) formular su plan de trabajo, identificando las necesidades en materia del agua y 2) buscando coordinación e incidencia con la autoridad municipal para trabajar conjuntamente. Cabe mencionar que ellos iniciaron a partir del mes de octubre del 2022 y en diciembre del mismo año se creó la asociación de patronatos con 8 localidades participantes. Este trabajo por el momento solo ha buscado la alianza con el ayuntamiento, sin embargo no ha logrado afianzar aún una relación directa, quedando sujeto a las audiencias que el propio ayuntamiento contempla.


En Chalchihuitán estamos iniciando la GCAS y trabajaremos en esta primera etapa en una sola comunidad en la cual comenzamos la vinculación y el proceso de la metodología Ka'altik.


En cuanto a las alianzas, en este municipio estamos trabajando junto a Cáritas México, que es una fundación de ayuda humanitaria que se acercó a nosotros para solicitar apoyo a familias de dos localidades desplazadas por motivos religiosos, que hoy conviven nuevamente en su comunidad, pero en condiciones de mucha desventaja y vulnerabilidad. En ambas localidades se cuenta con sistema de agua, pero para pertenecer al servicio deben cubrir una cuota que les da el derecho de pertenecer, sin embargo dada la precariedad de las familias, que están conformadas por mujeres viudas o solteras con varios hijos, no logran aportar la cuota, y se encuentran marginadas del servicio, sin condiciones apropiadas en sus hogares, para almacenar el agua de lluvia y obligadas a proveerse por acarreo del agua de los pozos que abastecen a los que no tienen agua del sistema, o que todos los utilizan cuando en la temporada de estiaje disminuye el agua para todos.


En el municipio de Las Rosas se ha tenido una petición muy concreta por parte del ayuntamiento y quienes conformaron la figura del OMSCAS. Tomando la experiencia que se ha tenido en Berriozábal, el municipio no solo ha iniciado la formación del organismo, destinando a personal para este fin y manifestando su interés por seguir trabajando por la GCAS, sino que ha anunciado que destinará recurso para la coinversión de obras.


En el municipio fronterizo de La Trinitaria, las alianzas, para iniciar trabajos por la gestión del agua, fueron a través del Organismo Municipal Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (SAPAM), la Dirección de Ecología y Medio Ambiente y la Dirección de Salud con quienes logramos realizar varias reuniones y acciones para identificar problemáticas y comunidades para iniciar los Diagnósticos participativos. Por desgracia el ayuntamiento municipal no respondió a nuestros esfuerzos y llamado a un trabajo conjunto que previa la implementación de obras y soluciones.


No obstante, esto el trabajo de la GCAS continúo su proceso, habiéndose generado los inicios de la organización de algunos patronatos y gestores comunitarios del agua en 10 localidades, quienes se reúnen periódicamente para tomar acuerdos y buscar rutas para la gestión de sus necesidades.


Cabe mencionar que, en este municipio, se identificó a un sistema de agua autónomo de la SAPAM y el ayuntamiento municipal, con quienes hemos podido generar una fuerte alianza de trabajo conjunto y de implementación técnica, lo que permitió mejoras significativas a su sistema. Actualmente todo el trabajo en el municipio, se ha visto frenado por la enorme inseguridad que se presenta, pero continuaremos de manera pausada y a distancia con la sostenibilidad de lo logrado hasta el momento.


Trabajar por la gestión del agua, desde una perspectiva integral, comprometida y seria requiere el concurso de todos quienes estamos en las regiones trabajando y buscamos encontrar las mejores soluciones, para enfrentar los grandes problemas hídricos en nuestro estado; instituciones, organizaciones, fundaciones y principalmente los actores y beneficiarios directos de las comunidades estamos comprometidos a trabajar juntos.


Indudablemente se trata de hacer obras nuevas de infraestructura, o reparar y ampliar las existentes, pero no únicamente se trata de recursos para infraestructura, también se requiere de hacer frente a la formación de las capacidades de técnicos y patronatos de agua, de insumos y materiales para calidad del agua, generar sensibilidad y compromiso de los funcionarios sobre los grandes retos para ser capaces de formular los planes hídricos que se requieren por cuencas, definir acciones y metas que garanticen la seguridad alimentaria de los productores y al mismo tiempo se den las condiciones para la conservación de sus recursos acuíferos.



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