Durante mi caminar me he encontrado con diferentes tonalidades y escenarios en torno a las escuelas de distintas zonas y regiones que he visitado. La variedad cultural y gastronómica es lo que nos hace ricos y eso me tiene muy contenta, lo que me entristece es la falta de información sobre las bebidas azucaradas y las consecuencias que representan en el cuerpo humano y más aún cuando este consumo se comienza desde edades muy tempranas. Infantes desde el primer mes de nacimiento ya son consumidores de este líquido peligroso.
Por esta razón el programa Agua Segura en Escuelas otorga un taller para informar las consecuencias del consumo de estas bebidas azucaradas y cómo influyen en el desarrollo de las infancias. Es impactante ver la impresión de las madres y padres al calcular sus gastos anuales que dirigen para la compra de estas bebidas que en promedio rondan entre los 15 mil y 19 mil pesos. Sin duda, abrir el portal de información a los cuidadores, nos aproxima a tener mejores elecciones en el futuro sin perder de vista el cumplimento de los derechos de nuestras infancias plenas y dignas.
El trabajo que estamos realizando desde las comunidades escolares me permite entender el contexto real, lo cual me lleva a pensar que en cada capacitación - taller siembro una semilla de esperanza que en algún futuro estará dando frutos, me siento orgullosa del trabajo que realizamos constantemente.
Reflexión: si el cuerpo humano está formado por 70% de agua ¿Qué porcentaje de refresco le agregas?
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